Biofungicidas
Los fungicidas ecológicos para plantas y cultivos representan una opción eficaz y segura para el control de enfermedades. Con un uso adecuado, pueden ser tan efectivos como los fungicidas químicos, con la ventaja añadida de ser más seguros para el medio ambiente y los seres humanos.
Sustancias básicas como fungicidas naturales
Las sustancias básicas son compuestos que, por naturaleza, no son pesticidas, pero que tienen propiedades que ayudan a prevenir o controlar ciertas plagas y enfermedades de las plantas. A diferencia de los fungicidas químicos convencionales, estas sustancias se derivan de fuentes naturales y no poseen una acción tóxica directa contra los patógenos.
biofungicidas de fervalle
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BICASOD®
Fungicida -
ACETUM®
Bactericida, Fungicida -
CLORQUITAN®
Quitosano -
ORTIGUM®
Acaricida, Fungicida, Insecticida
Ventajas los fungicidas ecológicos de Fervalle
- Sostenibilidad: Al ser de origen natural, su impacto en el medio ambiente es mínimo, promoviendo una agricultura más limpia y sostenible.
- Seguridad: La mayoría de estas sustancias son seguras tanto para el aplicador como para el consumidor final, reduciendo riesgos asociados a residuos tóxicos.
- Resistencia: Dado que actúan de manera diferente a los fungicidas convencionales, las posibilidades de que los patógenos desarrollen resistencia son menores.
- Versatilidad: Se pueden usar en una variedad de cultivos y en diferentes etapas de desarrollo.
¿Cómo funcionan los BIOfungicidas ecológicos de fervalle?
Los fertilizantes de Fervalle con efecto insecticida natural actúan sobre diferentes plagas de hongos, bacterias, ácaros, incluso alguno tiene efectos herbicidas. Esto es gracias a sus compuestos orgánicos, que aun siendo efectivos no dejan residuos tóxicos. A continuación, enumeramos los principales:
Bicarbonato de sodio
Este compuesto, conocido comúnmente en las cocinas de todo el mundo, es un aliado poderoso en la lucha contra hongos y enfermedades. Actúa alterando el pH en la superficie de las hojas, creando un ambiente desfavorable para el crecimiento de hongos. Es especialmente efectivo contra el oídio de la vid, aunque también para el mildiu en hortícolas, frutos rojos y ornamentales, para el moteado del manzano, y para el moho azul y moho verde de frutos recolectados como manzanas y cítricos.
Ácido acético
Más conocido como el componente principal del vinagre, el ácido acético es un fungicida de contacto que destruye la estructura celular de los hongos al entrar en contacto con ellos. Es muy útil contra la roya y otras enfermedades foliares, además de ser una solución ecológica que no deja residuos perjudiciales en el suelo ni en las plantas.
Clorhidrato de quitosano
Derivado de la quitina, una sustancia que se encuentra en el exoesqueleto de los crustáceos, el clorhidrato de quitosano tiene propiedades antimicrobianas. No solo actúa como fungicida, sino que también refuerza la resistencia de las plantas contra patógenos, promoviendo un crecimiento más saludable y robusto. Es especialmente recomendable para combatir el botritis y fusarium.
Ortiga verde
Aunque muchas veces es considerada como una simple «mala hierba», la ortiga tiene propiedades antifúngicas naturales. Al ser aplicada en forma de extracto o decocción, potencia las defensas naturales de las plantas y actúa contra diversas enfermedades fúngicas. Además, es una fuente rica en minerales y nutrientes que favorecen la salud general del cultivo.
¿Cómo utilizar los biofungicidas agrícolas de forma efectiva?
Los biofungicidas se aplican de manera preventiva al medio de cultivo o como tratamiento de semillas. Deben ser aplicados antes de la infección del patógeno, ya que su acción es puramente protectora. Además, tienen diferentes requisitos de almacenamiento, vida útil y manejo en comparación con los fungicidas convencionales.
Siempre es recomendable usar ropa y equipo de protección al manejar cualquier tipo de pesticidas, incluidos los biofungicidas agrícolas. Considere el uso de una máscara antipolvo al manipular formulaciones en polvo.
